jueves, 26 de marzo de 2009

Body Art

A lo largo de la historia del hombre el tatuaje ha representado aspectos sociales contrapuestos. En la antigua Grecia los hombres se tatuaban como signo de nobleza o como prueba de valor. Sin embargo, la costumbre sólo persistió como signo de identificación de esclavos y criminales durante mucho tiempo; después de ser prohibido durante más de doscientos años, en el siglo XVIII se el tatuaje se utilizó con intención decorativa; como hemos dicho, el tatuaje ha representado diferentes aspectos sociales en la historia (signo de nobleza, como camuflaje, con propósitos místicos o religiosos, etc.), pero en la actualidad, el tatuaje se ha generalizado entre la adolescencia y juventud, con fines fundamentalmente decorativos, sin limitarse a una profesión o estrato social, formando parte de una corriente estética que denominamos “body art”.
La edad en la que con más frecuencia se realizan los tatuajes es en la adolescencia. Un estudio realizado en 1997 en la Escuela de Enfermeras del Centro de Ciencias de la Salud de Texas (USA), los adolescentes que afirmaron tener un tatuaje (10%) buscaban en él un objeto de identidad e individualidad, a la vez que una integración en la corriente estética del “body art”.
Dependiendo de la finalidad con la que uno se tatúa, podemos distinguir entre diferentes tipos de tatuajes:
Tatuaje artístico o decorativo: pequeños dibujos (estrellas, lunares, flores, etc.).
Tatuaje estético: se pretende un embellecimiento; por ejemplo cuando se trata del perfil de los labios para modificar o acentuar su forma.
Tatuaje reparador: se intentan camuflar zonas de piel alteradas para que parezcan naturales y sanas.

El “piercing” es una técnica más del llamado “body art” que ha ganado en los últimos años popularidad y aceptación social, sobretodo en la población adolescente. La técnica es tan antigua como el hombre. En la actualidad, hombres y mujeres en su mayoría adolescentes, han elegido sus orejas, sus labios, su lengua, su nariz, su ombligo, etc. como puntos de su anatomía. El significado de esta afición supera a menudo el simple deseo de obtener una imagen más bella: provocación, rebeldía, individualización o atractivo sexual forman parte del abanico de motivos que llevan a perforarse zonas del cuerpo tan sensibles.
Uno de los momentos más elegidos para realizarse una perforación decorativa es la adolescencia y primera juventud. En un estudio publicado en la revista Clinical Nursing Research llevado a cabo en Australia sobre 766 estudiantes que llevaban tatuajes o “piercing” se encontró que el 63% de ellos lo habían realizado en la época del instituto. La decisión fue fruto de un impulso sin tener un claro conocimiento de la técnica, reversibilidad y riesgos.

Publicado por: Cristina Mas y Marta Jarpa

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