jueves, 5 de marzo de 2009

¿Hay límites en la venta del arte, o en el arte mismo?


La verdad es que es bastante difícil contestar a esta pregunta, aunque de hecho no debería serlo.

Sabemos que hay límites para todo, pero no sabemos hasta que punto llegan los relacionados con el arte y la venta de éste.

El último caso, también el más extravagante, ha sido popularizado por el artista belga Wim Delvoye. Su última obra ha sido vendida por nada más y nada menos que 150.000 euros. La obra en cuestión, se trata de un tatuaje sobre la espalda de un joven el cual ha vendido su piel y parte de su vida al mejor postor.
En este caso, Tim, el joven que ha prestado su cuerpo como medio de transmisión de arte, ha dicho según palabras textuales del chico:<<Quería formar parte del arte desde dentro pero sin depender de él. Yo soy sólo el vehículo. De hecho, no me veo identificado con el tatuaje. Participar me ha permitido conocer a decenas de artistas interesantes, hablar sin parar del concepto del arte>>. De esta manera se ha comprometido a controlar los actos de su vida sin arriesgar para nada la obra de arte que lleva en su espalda, permitiendo que la gente lo observe en las exposiciones a las que debe ir.
Lo más curioso es que, tras morir, el comprador arrancará la piel de su espalda y la colgará en un cuadro, como cualquier obra de arte más, pero recordando que ésta ha sido una obra viviente durante años.
A partir de esta disparatada compra, el artista intenta explicar y calificar de nuevo qué es arte, dándole una definición bastante relativa: <<Sí, es arte porque alguien ha pagado por ello>>. De esta manera, queda abierto nuevamente el eterno debate sobre los límites del arte, hasta dónde se puede llegar para aumentar el reconocimiento de un artista o cuánto dinero se puede pagar por alguna cosa que pretende ser arte, lo sea o para los demás. Todos tenemos derecho a creer, a exponer nuestras ideas y a defenderlas, de manera que si tenemos una opinión acerca del tema, ya nos podemos añadir a la polémica.
Publicado por: Sara Moncasi

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